Otro año...

Ya queda nada para que este año se vaya. Y con él, lo bueno y lo malo. Menos mal, sobre todo por lo malo. A ver, no es que sea negativa, pero no ha sido un buen año, las cosas como son. Y en todos los sentidos. Lo poco bueno que me ha pasado ha sido... ehhh... mmm... a ver, a ver... ejem... bufff... ha sidooo... Pues no sé, quizá que he conocido Marrakech y las cascadas de Ouzoud... Aunque bueno, tendría que quitar de ese viaje la insolación que me tuvo con 38,5º de fiebre dos días y con pérdida de orientación, y también todo el picante que le echaron a la comida... Mmm, y también el barrio donde se alojaba nuestro hotel. ¡Qué desastre de barrio, por favor! ¡Y ese olor a pedo de camello en casi toda la ciudad! Pues eso, que no ha sido un buen año, jaja. Lo que yo decía. Las cosas en casa de mis abuelos tampoco marchan bien, y me preocupa porque el día que aquello se derrumbe cual castillo de naipes, lo pasaremos mal.

Pero hay que ser sinceros y buscar las cosas buenas de la vida, que las hay. Tengo mi casa, oye, no como me gustaría porque necesita una reforma, pero al menos he podido arreglarla un poco y está cuca, tengo al perro más bonico del mundo mundial, mis sobrinos están más ricos que nunca, y he consolidado mi amistad con varias personas, gente que me quiere mucho porque han sabido estar ahí siempre. Todas ellas con grandes cualidades. A veces surgen rifirrafes con ellas, pero siempre llega la reconciliación, y es entonces cuando sonríes y respiras tranquila. También ha habido un hueco para otras personas, gente que llega a tu vida por casualidad y que se queda en el mismo tren que el mío. Y también gente con la que he necesitado cambiar de libro y no pasar página. Porque a veces pasar página no es suficiente. También son gente buena, pero no la mejor para mí. No quiero tampoco dar muchos detalles que luego la gente me escribe preguntándome por esto o aquello que he dicho aquí. Es lo que tiene desahogarse. Sencillamente, seguiré estando para la gente que me apetece seguir estando, y para otros pues he decidido dejar de estar. O al revés, también. 

Así que, dando vueltas a todo esto, me planteo cambiar algunas cosas, no porque sea final de año, sino porque hay que progresar y no dar marcha atrás, como los cangrejos. Algo que ya llevo tiempo trabajando es la asertividad. Pero eso ya para otro día, que es muy largo. Y hablando de físico, también me apetece cambiar de look. He cambiado el color de mi pelo: ahora llevo un rojo intenso, es decir, un rojo con mucho brillo pero oscuro, para no contrastar mucho con mi color de pelo natural. También quiero cambiar la forma de mis cejas, que las llevo como Zapatero. Me han dicho que me quedaría muy bien redondas; así que, nada, a por ellas, jaja. Y también ando con el peso liada. No puedo quejarme, porque casi todo el mundo me dice que así estoy muy bien. Pero me sigo viendo delgada, además de haber perdido peso otra vez en los últimos meses. De nuevo estoy con la dieta y yendo al gimnasio, y me va de fábula para descansar bien y regularme en sentido emocional. Ah, y en febrero me quitan la ortodoncia. El día que me la quiten, me comeré el kilo de carbón que voy a comprar estos días. Y otra meta que me he puesto es acostarme antes, que me quedo a veces hasta tarde y así amanezco, hecha un churro. Y también salir más los fines de semana, que salgo poco. Y eso que casi siempre soy yo la que plantea las quedadas. A veces también tengo que controlarme con el gasto, y eso me impide salir lo que me gustaría, la verdad. Pero lo que pueda, debo aprovecharlo. Y también quiero llevar mi currículum a varios Centros Culturales y ofrecerme para dar talleres de elaboración de jabón artesanal. Por ahora, son buenas metas. No son cosas muy difíciles y la idea es empezar con pequeños retos e ir subiendo de nivel poco a poco. Alcanzar las metas pequeñas es lo que va animando a ponerse más, así que... 

Estaré unos días desconectada, así que no escribiré mucho. Me voy a la sierra de Madrid con unos amigos a hacer una ruta: subir a la laguna de Peñalara. Y quiero aprovechar a descansar unos días y dedicarme a mí un poco, que lo necesito. También quiero ir a ver el museo Romántico con mi amiga Isa, aunque por la cara que me puso, me da que no la va mucho. Ah, y ya tengo varios jabones preparados, algunos con productos y diseños nuevos. Os los mostraré el año que viene! 

Gracias a todos los que seguís de cerca el blog, y a los que entrada tras entrada, me leéis. Me encanta levantarme por las mañanas y ver las visitas que he tenido. Ah, y podéis hacer sugerencias o dejar ideas, que no como. Con gusto, las aceptaré. Puede que hasta os haga caso! 

Os dejo una cancioncilla algo divertida... (no he podido encontrar el videoclip original, aunque creo que no existe) ;)

*-* Muak *-*