Lo prometido es deuda. Jabón Shanghái. Un jabón de edición limitada, pero básicamente por una razón, y es que seguro que no hay forma de que me vuelva a salir este mismo jabón tal y como lo veis... Sí, ya sé que eso no dice mucho a mi favor, pero recordad que soy bastante sincera.
Un jabón inspirado en la ciudad del comercio y los rascacielos, en una cultura milenaria que perdura hasta nuestros días, en el lugar dónde encontrar todo lo que uno busca. Absolutamente todo. Ya escribí en Suite101 un artículo sobre dicha ciudad. Por si os apetece leerlo.
Está realizado con aceite de Oliva, aceite de Sésamo, aceite de Girasol, aceite de Ricino, aceite de pepita de Uva y manteca de Cacao. La aromaterapia consiste en aceites esenciales de Menta, Mandarina, Patchouli y Ciprés. Huele a hierbas, como dice mi inquilina, jaja, o dicho más finamente, emite un olor intenso, arbolado y balsámico. El aceite esencial de Mandarina previene las infecciones externas, el de Patchouli ayuda a curar heridas y a la formación de nuevos tejidos, el aceite esencial de Menta tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias, y el aceite esencial de Ciprés ayuda para calmar todo tipo de enfermedades respiratorias. Un jabón terapéutico, hecho con mucho mimo y cariño! Como siempre, ¿eh?
*-* Muak *-*
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